martes, 31 de diciembre de 2013

8º Etapa: lecturas, lugares, personas que motivan, apoyan o que te retan

Estoy en Cantabria, en mi barrio, el lugar que mejor me conoce, como diría Antonio Vega el sitio de mis recuerdos, dónde todos mis "yos" se encuentran, amiga, compañera, hermana, tía, sobrina, prima, nieta, hija... y es aquí dónde culmina este reto, no imaginaba un lugar mejor para saber que puedo conseguir lo que me proponga.

Los entrenamientos aquí han ido estupendamente, sin forzar, tranquilos, serenos ¡me encanta! con frío y con lluvia, pero disfrutando que es lo que importa.

En mi caso, si que es cierto eso que dicen, que solamente estar en la línea de salida es un triunfo, esa maldita lesión, que aún me persigue, me hizo perder el motor de todo esto, la motivación, antesala de esta pasión que tanto me llena. 

Estoy nerviosa no lo puedo negar, y la verdad es que no sé muy bien por qué, pero ese nerviosismo delata que esto es importante para mi, creo que lo peor que te puede pasar es precisamente eso, que las cosas dejen de provocarte esos nervios sin sentido, ese cosquilleo en el estomago, quizás si algún día esto ocurre será hora de dejarlo.

Un repaso mental a modo de conclusión y que quizás  no entendáis (lecturas, lugares, personas que motivan, apoyan o que te retan): Murakami, La Viesca, El Cerezo, Maqui, Pame y Coral, ¿Dónde esta el límite?, Abas, GuerrerasMurcia, Ana, Nacho, Jose, Orfila, Vicky, La Alcayna, Christopher, Ferratas, Ri, Imagine Dragons, Green Day, Runtastic, Personal Running, Jose, NYC2014, Antonio y por supuesto Jaime. 

P.D: esto no es final.

lunes, 23 de diciembre de 2013

7º Etapa: y nos fuimos pa´ Madrid...

Si la semana pasada tocaba confesarse y buscar en dichas confesiones la motivación perdida, esta semana simplemente toca contar lo que se disfruta cuando todo parece perfectamente orquestado para que una goce al máximo de una de sus pasiones.
Guerreras Murcia
en la tienda de Murcia Running
Dos momentos para recordar esta semana por lo bien que me he sentido en cada uno de ellos.
En primer lugar el entrenamiento junto a las chicas de Guerreras Murcia   un grupo divertido, siempre alegres y dispuestas a dar el máximo en cada entrenamiento, en definitiva buena gente que eso es lo que importa. Salimos a entrenar con los chicos de Murcia Running, otro grupo de apasionados de este deporte con los que merece la pena pasar un rato (risas garantizadas), fuimos al Jardín de la Seda un lugar bastante bueno para salir a entrenar y hacer series, disfrutando al máximo, aunque al final me hubiese gustado apretar un poco más, pero la cabeza manda (es casi un "tantra" que me repito para no volver a cometer los mismos errores). ¿Que a cuanto conseguí hacer el kilómetro? de momento no me importa, pero reconozco que llevo semanas sintiendo que vuelvo a ser yo poco a poco y el miércoles pasado casi lo logro, pero de nuevo aparece el "tantra" para que no me confíe en exceso porque aún me queda para recuperarme del todo.
En segundo lugar, como no, la carrera navideña en Madrid organizada por los chicos de Personal Running  la II Urban Christmas, 10 km de recorrido por sitios emblemáticos de Madrid. Mi principal motivación para levantarme a las 05:30 de la mañana y viajar desde Murcia a Madrid sin duda fue el agradecimiento a quienes me han ayudado en mi proceso de recuperación, en lo físico pero sobre todo en lo mental, gratitud enorme y sincera (en cierto modo qu
izás este tipo de sensaciones solo lo pueden comprender aquellos que han pasado por lo mismo que yo, una lesión que te golpea sobre todo en la mente y que en ocasiones duele mucho más que el propio cuerpo).
A las 10:30 de la mañana llegaba a la casa de campo, hacía frío, los charcos completamente congelados, pero es un frío que me encanta, seco, de esos que te hacen rejuvenecer, que te dan energía. Enseguida comenzó el reparto de camisetas, amarillo fluorescente, que se nos vea bien, para pasar después a la foto de familia con los juguetes (no olvidemos el carácter solidario de este encuentro) y ya estaba todo listo para comenzar, el momento de explicación del recorrido también me pareció bastante gracioso, evidentemente no me enteré de nada (seguro que a la cabeza del pelotón no me pondría así que solo tenia que seguir a la gente).
Calentamiento antes de la carrera
Y comenzamos a rodar, si, si, claro que calentamos que esta gente es muy profesional. Las calles de Madrid estaban llenas de hojas (lo que resbalan las hojas secas por cierto), y de gente, gente que nos miraba con cara de "estos están muy locos", algunos con cara de envidia, otros con perplejidad, otros incluso con miedo, otros nos animaban, nos hacían fotos, otros aplaudían, claro casi 100 personas corriendo como locos, de amarillo y con gorros de Papa Noel por el centro de Madrid no deja indiferente a nadie.
El recorrido me permitió conocer algún rincón desconocido para mi de Madrid, y la verdad es que visitar una ciudad a golpe de zancada es toda una experiencia, es diferente, y he de confesar que los 10Km se me hicieron muy cortos, regresamos a la Casa de Campo realizando un último kilómetro a un ritmo muy bueno, lo mejor de todo, la llegada a la zona del Palacio Real, íbamos "enchufados" y sobre todo el ambiente festivo de la carrera, las risas, los encuentros, el poder compartir esfuerzo con quienes tanto te han ayudado sin conocerme de nada, tocaba poder abrazarlos y hacerles llegar mi gratitud, espero que lo hayan sentido, quienes me conocen saben que no soy muy dada a las manifestaciones afectuosas jajaja (la calidez de los murcianos están contribuyendo a que esto empiece a ser una cosa del pasado).
Foto realizada después de 10 Km
y como si nada.
"Mis entrenadores"

Se despide atentamente, Marimar, siempre dispuesta a seguir aprendiendo de cada momento y de quién se cruza en mi camino.
Gracias a todos los que formáis parte de esta preciosa colección de momentos y recuerdos...
...y no solo me refiero a momentos corriendo...






domingo, 15 de diciembre de 2013

6º Etapa: momento de confesarse.

Autofoto en Mazcuerras. Cantabria.
No todos los días que sales a correr tienes a la motivación de tu parte, por eso he necesitado esta semana dosis extra de disciplina.
Esta semana toca confesarse:

Yo confieso que corro porque necesito sentir el aire fresco.
Yo confieso que corro porque mi mente suele perder el protagonismo y solo escucho al corazón.
Yo confieso que corro porque es lo más parecido a volar.
Yo confieso que corro porque me encanta sentir que mi cuerpo responde, que esta vivo.
Yo confieso que corro porque en ocasiones también quiero huir.
Yo confieso que corro para enfrentarme a mis miedos, a lo que me paraliza.
Yo confieso que corro por la gente que se cruza en mi camino.
Yo confieso que corro porque muchas veces en la llegada, me encuentro a mi misma.
Yo confieso que corro porque disfruto de cada zancada.
Yo confieso que corro porque los paisajes se viven de forma diferente.
Yo confieso que corro porque en esos momentos es cuando las ideas aparecen de una forma más clara y todo parece mucho más fácil.
Otro reto, la escalada pero esto se me da aún peor.
Yo confieso que corro porque  también me gusta sentir la soledad.
Yo confieso que corro porque me siento plena.
Yo confieso que corro por orgullo.
Yo confieso que corro porque me encantan los retos.
Yo confieso que corro por sentir la química y por desgracia a veces la física.
Atardecer en el Hotel La Viñuela.
Fotografía realizada por Marimar Román.
Yo confieso que corro para encontrar respuestas.
Yo confieso que corro para encontrar las preguntas adecuadas.
Yo confieso que corro porque me encanta ver amanecer.
Yo confieso que corro porque adoro ver atardecer.
Quizás todo esto solo sean un montón de tonterías y sencillamente... yo confieso que corro porque adoro hacer deporte.


lunes, 9 de diciembre de 2013

5º Etapa: zancada a zancada (y el peligro de correr sin pensar)

Atención a los pies (guiño)
Cuando alguien tiene un blog que se llama "Yo confieso que corro" deja claro el tema del mismo, pero al ser una novata y el carecer de una formación adecuada y de la pretensión de convertirme en una profesional del tema, pues acabo escribiendo de sensaciones, de anécdotas y quizás de muchas cosas que a un corred@r "más serio" le resulten bastante alejadas e impropias de un blog "sobre el noble arte de correr".
Dicho lo cuál me gustaría compartir mi última experiencia #runner, la gozada de mis últimos kilómetros, pero antes debo contextualizar esos kilómetros.
Este puente estaba marcado por un acontecimiento importante, la boda de un amigo (una cántabra que vive en Murcia viajaba a Málaga a una boda sevillana, me encanta) pero tranquilos, a pesar de mis anteriores palabras no voy a comentar los detalles de la boda, aunque si quiero realizar un apunte sobre el maltrato al que someto a mis pies en un acontecimiento como este (véase detalle de los tacones, de ahí la foto).
La boda se celebró en un hotel situado en una de las orillas del pantano de la Viñuela  y desde un primer momento me pareció un entorno ideal para realizar mi último entrenamiento de la semana, así que en la maleta coloqué mis zapatillas y mi ropa de entrenamiento (incluida la camiseta de la gente de Personal Running
Marimar al grano que te lías.
Me recogí sobre las 2:30 más o menos, creo que más que menos, pero la verdad es que lo hice pensando en que al día siguiente quería salir a entrenar, lo necesitaba y el entorno me llamaba poderosamente la atención, saldría del asfalto (algo que ya me hacía falta) y lo haría entre montañas y rodeada de naturaleza, una idea muy poderosa y que no me permitía quedarme más tiempo (ya había bailado todos los grandes éxitos "bodiles"). A la mañana siguiente aproveché el maravilloso desayuno del hotel para cargar las pilas con fruta y cereales y la maravillosa temperatura de la zona, ¡nada más y nada menos que unos estupendos 20 grados!, todo un lujo en las fechas en las que nos encontramos.
Punto azul de mapa se corresponde ala situación del Hotel La Viñuela
La intención era seguir a pies juntillas, como siempre, las pautas marcadas en mis entrenamientos, pero reconozco que el paisaje, el clima, el cómodo sendero de tierra me transportaron a un estado de ánimo difícil de describir, porque tampoco era euforia, era... aún sigo intentando encontrar las palabras que lo describan. Trotaba a un ritmo suave y transcurridos los primeros 40 minutos y 7 km recorridos... comencé a pensar en cantidad de cosas que aún me quedaban por hacer al llegar a casa, la cabeza repasaba mentalmente el planning de la semana, intentando optimizar mi tiempo el máximo y sin darme cuenta y sin saber cómo había transcurrido otros 30 minutos, era el momento de tomar una decisión seguir adelante o desandar lo andado... y decidí continuar, sin pensarlo demasiado, era un momento tan pleno, me encontraba tan bien, era un lugar tan sereno y con tanta paz, y sí, aunque suene cursi, felicidad sencilla en estado puro.
Después de atravesar varios olivares, de retroceder numerosos caminos por estar cortados, después de encontrarme con una mujer de lo más amable que me explico cuál era el camino para continuar con mi aventura, llegué a mi destino, pletórica, feliz, radiante y alegremente cansada. 
Me hubiese encantado dejar esa sensación tan maravillosa como final de este post, pero no puedo. He de reconocer que la "aventura" salió bien, pero la verdad es que podía haber perdido todo lo conseguido hasta el momento, retroceder hasta el punto de partida, e incluso a un punto de no retorno. Olvidé realmente cuál es mi objetivo, me dejé llevar por el corazón y decidí salir a correr sin planificación, en definitiva sin cabeza, no me paré ni tan siquiera un segundo a pensar, solamente, repito, me dejé llevar, me dejé envolver por el paisaje, por las enormes ganas de disfrutar del camino, lo reconozco, sucumbí al enorme placer que me produce salir a correr.

domingo, 1 de diciembre de 2013

4º Etapa: no solo de correr vive el runner ¿o si?

Fotos de María del Mar Román García
Es increíble la cantidad de gente con la que me he encontrado esta semana y que me han sorprendido porque también tienen esta afición loca de correr. Me encanta encontrar gente que entiende como me siento en cada momento, cuando corro, cuando no puedo entrenar, cuando estás frustrado porque el cuerpo no te acompaña, cuando les cuento que me voy a Nueva York a correr la maratón y me dan ánimos y me cuentan experiencias parecidas, reconozco que de esos momentos también disfruto mucho (creo que todos tenemos el mismo brillo en los ojos). 
Pero algo que también me sorprende es la cantidad de gente que sale a correr y solamente corre (la mayoría también realiza ejercicios de estiramiento) pero muy pocos hacen ejercicios de técnica de carrera o de fuerza, entenderéis que me refiero a gente como yo, aficionados que un día empezamos a trotar y ahora ya no podemos parar.
Fotos de María del Mar Román García
Aunque me cueste reconocerlo el incorporar a mi rutina de entrenamiento los ejercicios de abdominales y de lumbares ha sido todo un empuje a mi recuperación y lo que es más importante a saber disfrutar de este tipo de ejercicios y tomarlos como una rutina más como pueden ser los estiramientos. 
P.D: este tipo de composiciones fotográficas son de mucha ayuda para quienes como yo tienen "memoria de pez", de esta forma de un solo vistazo pueden encontrar su rutina de entrenamiento. Esta composición está realizada con la aplicación InstaCollage (gratuita y disponible para sistema Android e IOS).

domingo, 24 de noviembre de 2013

3º Etapa: algo más allá del Teide

Al fondo de la imagen El Teide.
Fotografía realizada por Pedro Gutiérrez.
Una de mis últimas experiencias en tema de retos deportivos (y ya hace demasiado tiempo de aquello), fue la subida al Teide desde la playa del Socorro, lo que se traduce en 25,5 km de recorrido y 3259 metros de desnivel, no está nada mal, hasta llegar al refugio en un solo día (al día siguiente, subida a la cima y volver a bajar, claro está) , sumándole además una carga de peso extra, por el material de invierno, ya que lo hicimos en diciembre, y añadiendo para colmo un calor infernal que nos machacó duramente, sobre todo en un lugar conocido como la sartén (ahora dudo de si se le conoce por ese nombre o lo bautizamos nosotros así). Sin duda un reto que me resultó apasionante, me divertí muchísimo incluso cuando mi cara parecía estar diciendo todo lo contrario (muchos a esto lo llaman masoquismo). 
Tramo que bautizamos como "la sartén".
Fotografía realizada por Pedro Gutiérrez.
¿Qué a que viene todo esto? pues porque esa sensación en los metros finales, justo antes de llegar al refugio cuando mis tres compañeros de ruta (tres chicarrones del norte muy curtidos en la montaña) ya habían logrado llegar a la meta, esa sensación tan extraña de rabia, emoción, impotencia porque las piernas no responden como quisieras, de orgullo e indignación cuando alguien se ofrece a ayudarte y te niegas en rotundo porque no quieres quitarle ni un ápice de valor a tu reto, a llegar como el resto de tus compañeros, esa mezcla de sentimientos es la que suelo tener ahora mismo cada vez que salgo a correr. 
Saber que estaba entrenando duro que había logrado correr 30 kilómetros en un tiempo creo que inmejorable (para mi claro) y de repente perderlo todo, en una zancada, en un instante concreto, preciso, en el que sabes, aunque no quieras creerlo, que va a ser algo más serio que una simple molestia.
Pero todo esfuerzo acaba teniendo su recompensa, y sinceramente creo que es cierto, en ocasiones no se presenta en la forma que perseguías en un principio, en ocasiones se convierte en un aprendizaje que probablemente te servirá en otros momentos de tu vida. 
No tengo ni idea si conseguiré terminar la maratón de Nueva York, que es mi reto para el año que viene, lo que de momento si tengo claro es que estoy aprendiendo mucho en el camino y lo más importante que me estoy encontrando con buena gente en el sendero, que siempre siempre tienen una palabra de ánimo, de apoyo, una sonrisa, pero reconozco que quiero más, quiero correr, quiero volver a tener ese estado de forma, saber que además de acabar puedo plantearme recortar tiempo, eso es lo que quiero, pero... 
Nadie puede borrar el recuerdo que tengo de ver amanecer desde el Teide, una vista impresionante, una sensación de plenitud, de saber que lo has logrado y que estás viviendo un momento irrepetible, y quiero volver a sentir lo mismo, quiero volver a correr, quiero volver a saber que puedo hacerlo, quiero cumplir un sueño.


Amanecer desde la cumbre del Teide.

domingo, 17 de noviembre de 2013

2º Etapa: ella nunca me falla

Creo que esta vez no quiero hablar de cómo me he sentido esta semana, siento que estoy volviendo, sin más.

Pero me gustaría aprovechar para hablar de mi compañera inseparable en mis entrenamientos, bueno puedo decir que incluso compañera de vida, muchas mañanas sin ella no soy nada (y no me refiero a la crema antiojeras... que también) me refiero a la música.

Esta semana a través de Personal Running en twitter (@pers_running) leí un post que hablaba de música para escuchar después de correr, mi sorpresa fue que yo suelo escuchar tres de las cuatro canciones de las que se habla en el post, eso me demuestra que muchas canciones nos producen emociones similares, sensaciones comunes, sobre todo si el momento es el mismo, como por ejemplo después de un buen entrenamiento (ahora mismo suena Keep on moving de Five).

Pero a la hora de entrenar lo tengo claro el grupo que más se repite en mi lista de canciones para correr de Spotify, sin duda alguna es Green Day (seguido muy de cerca por los Red Hot y por David Guetta), creo que tengo toda su discografía desde las primeras canciones del grupo como Green Day del disco Smooth (sus comienzos en 1990), ideal para comenzar a rodar en la fase de calentamiento, hasta canciones de las llamadas "powersong" porque te hacen volar, a mi me pasa con Let yourself go de sus últimos discos "Uno"del año 2012, me da alas. Os dejo la versión en directo, aunque para correr reconozco que suelo evitar los directos.

Sin embargo estas semanas en las que necesito una energía extra con mis ejercicios de abdominales, no por nada, es que ¡no me gustan!, he descubierto algunas canciones que me ayudan bastante a pasar ese duro trance de las abdominales (me encanta aportar una dosis extra dramatismo) como M.I.A de Matangi que ya lo he comentado en las redes sociales, sencillamente brutal (suena mientras escribo esto y no puedo parar de bailar), y otro éxito que suena en todas las radios y que particularmente me hace sentir pletórica cuando la escucho, se trata de Can´t Hold Us de Macklemore y Ryan Lewis. Os dejo el vídeo que también merece la pena echarle un vistazo.



P.D: Gracias de nuevo a Jose mi entrenador, porque es importante sentirte acompañada, gracias, porque siento que estoy volviendo, lenta pero segura.