domingo, 15 de diciembre de 2013

6º Etapa: momento de confesarse.

Autofoto en Mazcuerras. Cantabria.
No todos los días que sales a correr tienes a la motivación de tu parte, por eso he necesitado esta semana dosis extra de disciplina.
Esta semana toca confesarse:

Yo confieso que corro porque necesito sentir el aire fresco.
Yo confieso que corro porque mi mente suele perder el protagonismo y solo escucho al corazón.
Yo confieso que corro porque es lo más parecido a volar.
Yo confieso que corro porque me encanta sentir que mi cuerpo responde, que esta vivo.
Yo confieso que corro porque en ocasiones también quiero huir.
Yo confieso que corro para enfrentarme a mis miedos, a lo que me paraliza.
Yo confieso que corro por la gente que se cruza en mi camino.
Yo confieso que corro porque muchas veces en la llegada, me encuentro a mi misma.
Yo confieso que corro porque disfruto de cada zancada.
Yo confieso que corro porque los paisajes se viven de forma diferente.
Yo confieso que corro porque en esos momentos es cuando las ideas aparecen de una forma más clara y todo parece mucho más fácil.
Otro reto, la escalada pero esto se me da aún peor.
Yo confieso que corro porque  también me gusta sentir la soledad.
Yo confieso que corro porque me siento plena.
Yo confieso que corro por orgullo.
Yo confieso que corro porque me encantan los retos.
Yo confieso que corro por sentir la química y por desgracia a veces la física.
Atardecer en el Hotel La Viñuela.
Fotografía realizada por Marimar Román.
Yo confieso que corro para encontrar respuestas.
Yo confieso que corro para encontrar las preguntas adecuadas.
Yo confieso que corro porque me encanta ver amanecer.
Yo confieso que corro porque adoro ver atardecer.
Quizás todo esto solo sean un montón de tonterías y sencillamente... yo confieso que corro porque adoro hacer deporte.


No hay comentarios:

Publicar un comentario